lunes, 17 de agosto de 2009

Café Le Barouder

Montmartre fue testigo
de confesiones.
Café Le Barouder, madera y sueños.
Historias de dos vidas,
trenes perdidos..
y décadas ardiendo
en esos leños.

Montmartre absorbió todas
las emociones.
Café Le Barouder, templo de Eros.
Nuestras manos perdidas
entre las ropas
y los leños ardiendo
por el deseo.

Montmartre y sus aliados,
los acordeones.
Café Le Barouder, siempre discreto.
Su cuarto color ocre
del primer piso,
nos dio…
la noche más mojada;
de un París seco…

miércoles, 5 de agosto de 2009

Distancia II

La distancia
(Esa crudeza)
Congela las caricias postergadas
bajo el manto de la última nevada,
¡ que tristeza !
Es esa primavera aletargada
que abrirá sus pétalos un mayo.
Es un invierno largo y penitente,
es una amnesia profunda
nunca breve.

La distancia:
es un plazo,
una quimera,
es la agonía.
Es el fracaso que me priva de mis días.

La distancia,
esa mancha de ausencias.
¡ Esa sangría !

martes, 28 de julio de 2009

Unicornios, nebulosas y algo de locura

Ella se cayó de una nebulosa astral
y fue absorbida
por un onírico delirio,
una noche disfrazada
de locura
y de carnaval...

Ella es real, tan pero tan real
como el unicornio
al que monta,
por los rincones
de mi mente
primitiva, simple
y demencial.

Ella es mi presencia racional.
De noche cuando sueño,
de día cuando pienso...
o cuando salgo un poco
de esta vida,
a respirar.

Ella es.
Ella está.

jueves, 9 de julio de 2009

La estación de tren

Paredes muy opacas;
color de los sueños de mil viajeros.
Olores desparejos, un poco amables
con excepción del baño
de caballeros.

Siluetas grises y solitarias.
Un corazón que palpita
por esa espera;
hay una puta
cuerpo radiante, cara marchita.
Un oficinista, dos secretarias,
un vendedor de helados,
dos jubilados.
Un cura que no se fía de sus plegarias.
Y dos nigerianos
tan abetunados,
como explotados.

El andén es la muestra
de un mundo raro.
Las piedras agonizan junto a la vía
con inconclusos restos
de mil tabacos...
parecen tan solas
como mis días.
La estación es un llavero
que abre mil vidas a la esperanza
pero también la puerta de una huida lenta.

Huele a café con leche
por la mañana,
por la noche hay aromas
a remembranza;
el andén es más corto
que las ausencias.
Aunque siempre es más largo
que mi paciencia.

Es un reflejo chico
del mundo entero.
Incluyendo a ese baño
de caballeros...

jueves, 2 de julio de 2009

Distancia

La distancia
(esa afrenta)...
es la línea más larga entre dos almas;
evocación ciega de fragancia,
¡ que violenta !

Es agonía lenta de la calma,
las vías de algún tren que sale un lunes
es un andén...también un túnel.
Es mi karma,
es mi numen.
La distancia.
(Esa intrigante)
Es la lágrima en la almohada,
es dolor de madrugada,
¡ que humillante !

Es un viaje de vuelta sin escalas,
ausencia impune atrapada en un suspiro.
Es un pájaro sin alas; es memoria...
sin olvido.

Es la noria.

sábado, 20 de junio de 2009

Febrero

La lluvia hace que lloren estos versos
ahogando a mi poema,
dejando a mis letras
sin consuelo.
Borroneadas, en estas pocas
hojas rotas.

Hay poemas que suben hasta el cielo,
pero hay otros que bajan
con las gotas,
mojan su pelo...

y a mi cuaderno,
disolviendo a mis versos
en el suelo...

y empapando a mi alma
de febrero.

lunes, 1 de junio de 2009

Longitud de onda

Quizás ella sea
un onírico reflejo de otra vida,
O quizás un fallo caprichoso
del hipotálamo.
(Que delira)

¿Una longitud de onda alcoholizada?
quizás sean señales de vida casi inteligente,
en una galaxia casi humana.

Quizás sea ella.
el Big Bang de mi alma simple
reiniciandose.
O quizás mi voluntad se rinde...
y mi universo se expande.
O quizás yo esté abordando la locura,
encendiendo ahora
en la mañana de un martes
a un ezquizofrénico detector
de voces solas.

Quizás sea ya la hora
de levantarse.

domingo, 12 de abril de 2009

En mi sueño

En mi sueño no estabas muy vestida,
tu ibas disfrazada de mi amante,
tu pecho me buscaba desafiante
y mi boca le dio la bienvenida.

En mi sueño no estabas muy callada
tu sexo respondía ante mis besos
con el eco de aquellos sueños presos
liberados la noche de esa nada.

En mi sueño no estabas muy sumisa,
con tus dagas mi espalda me rasgabas
Y al final, nos fundimos en la brisa.

En mi sueño no había nunca trabas.
Mi sueño se acabó, quizás de prisa.
Solo faltabas tu. Pero no estabas...

domingo, 22 de marzo de 2009

Un poema trivial para un hombre especial

Anoche te contemplé mientras dormías.
Casi pude hablar con tus sueños,
con tus fantasmas
(vi sus siluetas...)
hasta pude gritarle a tu enemigo,
Y hablé con la rubia de tu vida,
acariciándola
(como a una muñeca).
Ayer te observlí mientras dormías:
tu boca semiabierta,
por un suspiro
tus manos cruzadas
con mil constelaciones,
de piel
ya abrasiva.

Y me alejé de tu aura
mientras dormías.
Pensando...
(casi de día):
Afeitas tu cara,
pero tu imagen es la misma
que la de aquella
antigua,
ecografía.

martes, 10 de febrero de 2009

Ella habita en la torre del reloj

Apreté mi mano con apacible fuerza
pues todo lo que amé
estaba dentro.
Sentí su presencia
agónica,
latir despacio entre mis dedos,
de carne y tiempo.

Ya en la Plaza San Marcos
con la mirada puesta en los siglos
abrí la mano hacia el cielo.
Ella se hizo polvos de plata
y voló hacia la Torre del Reloj.
Allí habita hoy,
lejos del suelo.

Hasta que un día de algún siglo, el amor,
le de forma de mujer
y algo de lo que yo fui
reconozca su pelo.

viernes, 30 de enero de 2009

Aquellas mariposas que hoy solo son luz

Cuando hables de ese amor
que fue,
enaltece a la poca calma
de lo sufrido.
Aleja a tu yo,
lacayo del amor propio.
Cuando hables de ese amor
que fue,
no te vistas de olvido.
o desesperanza.
Vístete de noche
con adornos de jade y chispas de besos
recibidos...
Cuando hables de ese amor
le debes respeto.
El te dio millares de peces de colores
y mariposas que fueron luz.
Cuando hables de ese amor
no manches nunca;
nunca...
lo que fue.
Aunque ya no sea,
ese amor vivirá en ti
siempre
en la caja de tu ayer.
Y también en la borra
de tu café.

lunes, 12 de enero de 2009

Los tiempos de hojalata y del cartón

Me fugo del ahora
a mi mundo falaz,
por unos farsantes minutos sin tiempo.
Sonrío esos momentos de mi pasado
dieciocho quilates.
Percibo instantes de mi presente
de hojalata
y una caja sin abrir
(olor a espadas)
con mi futuro de cartón.
Siento rechazo,
por esa caja...
una rada color angustia,
sin brasas ni pampas.
Una emboscada
para el perdón.

Y vuelvo presuroso al ahora
para abrirla,
y seguir amortizando
mis deudas
con el sopor.

Con más presente
de hojalata,
lleno de heridas...

en la razón.