domingo, 22 de marzo de 2009

Un poema trivial para un hombre especial

Anoche te contemplé mientras dormías.
Casi pude hablar con tus sueños,
con tus fantasmas
(vi sus siluetas...)
hasta pude gritarle a tu enemigo,
Y hablé con la rubia de tu vida,
acariciándola
(como a una muñeca).
Ayer te observlí mientras dormías:
tu boca semiabierta,
por un suspiro
tus manos cruzadas
con mil constelaciones,
de piel
ya abrasiva.

Y me alejé de tu aura
mientras dormías.
Pensando...
(casi de día):
Afeitas tu cara,
pero tu imagen es la misma
que la de aquella
antigua,
ecografía.