lunes, 25 de enero de 2010

Los cuatro elementos

A veces me siento Tierra
y te deseo en el bosque ocre y otoñal,
me excita que los pinos envidien tu cuerpo desnudo.
Que huelan tu sal.

A veces me siento Aire
y te deseo en caída libre, abrazada a mi,
me excita que las nubes envidien tus suspiros
de regaliz.

A veces me siento Agua
y te deseo en el río que mi presa abrió,
humedeciendo a tus costas
de temblor.

A veces me siento Fuego
y te deseo en el la hoguera de tu faro,
me excita arder contigo en comunión
con tus orgasmos.

Contigo manejo los elementos.
Me siento como Zeus,
alterando la cálida variedad
de tu universo breve
pero intenso.

martes, 5 de enero de 2010

Autorización (escrita) para imaginarte

Autorízame a imaginarte
oníricamente voraz.
Autoriza mi sueño,
que mi locura y yo velaremos el tuyo,
y tu noche será caricia,
tu cara y mis manos
temblarán de ternura,
tu boca eremita,
diseñada como un empíreo collage de pecados
respirará
ocultas bendiciones.
De mañana (aunque estés sola),
tu cama olerá a jazmín
y si encuentras una cana
entre almohadones,
será que pensaste en mi.

Autorízame a imaginarte.
Pues yo, (poco cabal)
tengo mi almohada
colonizada por tu lisura.
Pues yo, sin que te autorice,
te siento cómplice,
invasiva,
sonriente,
viral…