sábado, 31 de julio de 2010

Soneto a una señora mayor

No hay mujeres feas ni mujeres viejas. Solo hay mujeres pobres.  Miguel Estrada Camblor. Aprendiz de pensador  ontemporáneo.


Señora, yo hace tiempo que la veo.
Me tiene ya agobiado su presencia
perdiéndome en mi propio devaneo
con pérdida de toda mi coherencia.

Señora, yo soy fan de su elegancia,
del dibujo sutil de su sonrisa.
Señora, usted altera mi impedancia
si paso por los sitios que usted pisa.

Y perdone si soy irreverente
dejé que mi insolencia me traicione,
comprendo que estoy siendo un imprudente.

Con todos mis respetos, y perdone
si hoy no tengo clase suficiente,
entiéndalo, ¡señora usted me pone!

viernes, 30 de julio de 2010

Contratando musa (con experiencia)


He decidido presentirte.
He dado ordenes para que ilustres mi sueño.
Me he propuesto que existas,
y has de obedecer.
Y si no existes,

te exijo que me lo hagas creer...
miénteme...háblame bajo,
que no es fácil contratar
a una musa nueva
para coser versos
a destajo.

miércoles, 28 de julio de 2010

El color de la insana libertad

No se como se pinta la locura,
aunque siento pinceladas en mi alma
tan reales...
necesito de la Luna
(para mis charlas)
y me embriago de calles amarronadas.
Y hasta a veces (sin disimulo)
converso con la aurora
y me miro en los cristales,
que reflejan la nada ...
parece marrón.
Marrón oscuro.

No conozco el color de la locura.
Pero percibo un pigmento
tierra de siena tostada:
color sin coherencia...
y siento su hipócrita cortejo
entre espirales desnudas de cordura,
(espejismos de la nada y sus inercias)
y vetas de carne viva y parda
viudas de afecto.
La locura se esconde detrás del color marrón.
Marrón oscuro.

Quizás sea ese, el color perfecto
para llevar poetas
a la libertad insana
de la demencia.

martes, 20 de julio de 2010

Las alboradas de Cronos


Ya no herviré piedras
para hacer caldo

El agua corre rápido
sin conocer al sediento

Mi memoria pujará
por quedar vacía
sin tiempos
con la pureza del alba que
muere dignamente
poco a poco,
para dar paso a un nuevo día
a una nueva nada
hija de Cronos
huérfana para siempre
de otras alboradas.

jueves, 15 de julio de 2010

Poniendo las cosas en su justo desorden

Confieso que la temí.
Pero Hölderlin me sonreía desde el origen infinito
de todas las cosas
de todos los días
de todas las ideas.
Comprendí
que ella es más antigua que la muerte
y más sabia que la vida.

Ya es hora...
¡viento del sur!

De guardar mis guantes en la nevera,
de llorar, si es que toca...
de orinar en las aceras,
de recordar sin calma
la sonrisa de ella
y aullar a veces,
solo de pena...
De copular en la escalera
con la vecina
De mirar al cielo hilvanando estrellas.
de robar comida
de escribir poesía...
Ya es hora, puta locura...
Comencemos a convivir
incivilizadamente,
sin amor, sin ataduras,
Tu, yo, y nuestros versos.