miércoles, 28 de julio de 2010

El color de la insana libertad

No se como se pinta la locura,
aunque siento pinceladas en mi alma
tan reales...
necesito de la Luna
(para mis charlas)
y me embriago de calles amarronadas.
Y hasta a veces (sin disimulo)
converso con la aurora
y me miro en los cristales,
que reflejan la nada ...
parece marrón.
Marrón oscuro.

No conozco el color de la locura.
Pero percibo un pigmento
tierra de siena tostada:
color sin coherencia...
y siento su hipócrita cortejo
entre espirales desnudas de cordura,
(espejismos de la nada y sus inercias)
y vetas de carne viva y parda
viudas de afecto.
La locura se esconde detrás del color marrón.
Marrón oscuro.

Quizás sea ese, el color perfecto
para llevar poetas
a la libertad insana
de la demencia.

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