Una manera de dejar una especie de testimonio vital permanente, un baúl de momentos creativos (o intentos vanos de llegar a ellos). Rincón para que descansen reflexiones, poesía, relatos, fotos, pinturas y otros partos cotidianos del pensamiento y de las manos, aplicadas a intentar hacer algo estéticamente digno.
martes, 22 de enero de 2008
Elogio a la soledad
Me gustas, soledad. Si eres deseada
puedes ser mi mejor acompañante.
Pero odio tu silencio amenazante
cuando muestras la cara de tu nada.
Me gustas por tu anónimo mutismo,
hermano de mi zona más oscura.
Yo te odio pues llevaste a la locura
a mi yo y a tu nada en un abismo.
Yo te odio por opaca y pendenciera
madrina y meretriz del buen suicida
y hermana de la parca carroñera.
Me gustas, soledad, tú eres la vida.
Me gustas, soledad… ¡puta embustera!
Yo te doy mi macabra bienvenida.
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