martes, 22 de enero de 2008

Elogio a la soledad


Me gustas, soledad. Si eres deseada
puedes ser mi mejor acompañante.
Pero odio tu silencio amenazante
cuando muestras la cara de tu nada.

Me gustas por tu anónimo mutismo,
hermano de mi zona más oscura.
Yo te odio pues llevaste a la locura
a mi yo y a tu nada en un abismo.

Yo te odio por opaca y pendenciera
madrina y meretriz del buen suicida
y hermana de la parca carroñera.

Me gustas, soledad, tú eres la vida.
Me gustas, soledad… ¡puta embustera!
Yo te doy mi macabra bienvenida.

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