domingo, 12 de junio de 2011

Justicia


Insolente invasora de mis sueños
deja de rasgar mi memoria alienada
con tus uñas de nácar y tiempo,
llenas de tierra yerma.
Deja ya de reír con lágrimas
ya secas,
que aún mojan mi pecho
con gotas llenas de vacío.

Caricatura del presente
vestida de ayeres,
de brumas
que ya huelen
y canciones caducadas.

¡Fantasma imputrible!

Aléjate de mi noche.
No vaya a ser que me crea
que aún existes.





2 comentarios:

María Susana Dall Occhio Pais dijo...

buenos versos Miguel! un beso!

blanco dijo...

Hola Miguel:
Buen poema, compañero. Tu forma poética ha dibujado a la justicia en su "justa medida": invención humana que cambia con el tiempo y el gobierno. Te felicito.
Un saludo.