jueves, 15 de abril de 2010

Un cubano llamado Luis

Un día gris
(como todos, aquí) llegó a Oviedo.
Hace meses largos
(como los recuerdos),
meses largos como su piel
inmensa, curtida
huérfana de sol.
Llamó a su hermano, un día,
y le dijo:
“Ochociento euros en do semanas…
hemmano…taddaría un año
de jonnadas cunbanas…”


Hoy me hablo de su Isla.
De su Habana enmarcada en vida.
Del Barrio El Vedado
(fagocitosis de infancias)
Hoy habló con su hermano
Y le dijo:
“hemmano:  que ganas tengo
de sentamme en el portal
contigo,
y tomarnos una botellita.
Así, sin  más.
Tranquilos”.

Ojos vidriosos. Mirada firme.
Orgulloso aún, confiesa:
con el Che,
habría sido distinto…

Comemieldas….

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